♥CAPITULO: 01♥
Un
año mas tarde...
Narra Asumi:
Había pasado ya un año desde que tuve aquel hermoso sueño, ya me había convencido del todo que aquello había sido todo un sueño, así que seguí con mi vida.
Me encontraba en casa, para ser exacta estaba en mi habitación, andaba dibujando un precioso paisaje.
Tras unos minutos la voz de mi madre me sacó de mi concentración.
-Mamá voz: ¡Hija, baja un momento!
-Asumi: ¡Ya bajo!
Recogí la libreta y los lapices y lo guardé todo en el cajón de la mesa, salí de la habitación y me dirigí hacia el salón, allí vi a mi madre.
-Asumi: Dime mamá ¿que querías?
-Mamá: ¿Puedes ir al mercado y comprar un rollo de tela blanca y unas patatas?
-Asumi: Claro que si mamá.
-Mamá: Ten.
Mi madre me dio una bolsita, yo la agarré y me la guardé en el pequeño bolsito de tela que llevaba.
-Mamá: Llevas seis monedas de plata, creo que te sobraran, si te sobran puedes comprarte un dulce o lo que desees.
-Asumi: Muchas gracias mamá, bueno parto ya.
-Mamá: Esta bien hija, hasta luego.
Mi madre me dio un beso en la mejilla, yo le di otro a ella, agarré una bolsa de tela y me dirigí hacia la puerta.
-Asumi: Hasta luego.
Salí de casa y comencé a caminar hacia el mercado, tras un rato caminado por el bosque al fin llegué al pueblo, caminé entre las calles hasta llegar a la plaza, allí se encontraba el mercado.
Caminé entre la gente hasta llegar a un puesto de telas, me acerqué y observé las telas, una chica detrás del mostrador me miró.
-Chica: ¿En que puedo ayudarte?
-Asumi: Oh am ¿me puedes dar un rollo de tela blanca?
-Chica: Claro que si.
La chica se giró, agarró un rollo de tela blanca que había justo detrás de ella y lo puso sobre el mostrador.
-Chica: ¿Este te va bien?.
-Asumi: Claro que si, ¿cuanto cuesta?
-Chica: Son dos monedas de plata.
-Asumi: Oh si.
Saqué dos monedas de la bolsita que me había dado mi madre y las dejé sobre el mostrador, agarré el rollo de tela y me despedí de la chica.
Caminé hacia un puesto de verduras, agarré unas cuantas patatas y las fui metiendo en la bolsa de tela que llevaba, al acabar me dirigí al señor que estaba detrás del puesto.
-Asumi: Señor cobre-se estas patatas.
El señor agarró la bolsa.
-Señor: Bien.
Pagué las patatas, agarré la bolsa y me alejé de allí, iba hacia una establecimiento en donde hacían unos ricos dulces pero entonces mi corazón comenzó a latir muy rápido, no se que me pasaba ¿sera que me esta ocurriendo algo malo? Uh...muy asustada me detuve.
-Asumi susurrando: ¿Que me pasa?
Al mirar al frente vi a un chico de espaldas que caminaba alejándose, mi corazón latía mucho mas rápido.
-Asumi susurrando: ¿Asagi?
Suspiré y comencé a correr hacia aquel chico, al llegar donde este estaba le di unos golpecitos en el hombro.
-Asumi: Asagi ¿eres tu? Cuanto tiem....
El chico se giró y vi que no era Asagi.
-Chico: ¿Disculpe?
-Asumi: Oh disculpe, me he confundido, lo siento mucho.
-Chico: No se preocupe señorita.
El chico me sonrió y continuó su camino, yo me quedé parada allí, por un momento pensé que ese chico era Asagi...uh pero Asagi no existe, solo fue producto de mi imaginación.
Me di unos golpecitos en la cabeza, ¿como podía haber confundido a ese chico con Asagi? Uh estoy muy mal, debo de olvidar aquel sueño, ya hace mas de un año, ah...debería de olvidarlo ya, pero fue tan real y tan bonito que no puedo olvidarlo.
Suspiré y comencé a caminar hacia el establecimiento de dulces, al llegar entré y justo en el mostrador estaba el mismo chico de antes. Me acerqué al mostrador.
-Asumi: Hola...em discúlpeme por lo de antes.
El chico se giró y me miró.
-Chico: No tiene importancia.
Sonrió.
-Asumi: Gracias.
-Chico: No hay de que.
Miré a aquel chico y vi que su pelo era lila oscuro y sus ojos azules.
-Chico: ¿Como te llamas?
-Asumi: Oh perdona mis modales jeje mi nombre es Asumi ¿tu como te llamas?
-Chico: Takuma, un placer Asumi.
-Asumi: Igualmente Takuma.
-Takuma: ¿Eres de por aquí?
-Asumi: Vivo pasando el bosque, en una casita con mi madre ¿tu eres de por aquí?
-Takuma: Mm no...acabo de llegar hace unos días. Pero me quedaré a vivir en este pueblo jeje.
-Asumi: Oh que bien, este pueblo es muy tranquilo ¿Y vienes solo?
-Takuma: Ah no...vengo con...un amigo.
-Asumi: ¿A si?
-Takuma: Si...
Vi como se sonrojaba un poco, así que cambié de tema ya que se estaba incomodando y no quería hacerlo sentir mas incomodo.
-Asumi: Ya verás como aquí estarás bien, la gente es muy amable.
-Takuma: Si eso lo he notado.
-Asumi: Un placer conocerte.
-Takuma: Igualmente.
La dependienta nos interrumpió.
-Dependienta: ¿Que van a pedir?
-Asumi: Atienda-lo a él primero.
-Takuma: Oh gracias.
-Asumi: No hay de que, jeje tu habías llegado antes, ademas yo aun tengo que decidir que comprar.
-Takuma: Bien.
El chico señaló un dulce de chocolate.
-Takuma: Deme dos de estos, se que a él le encantaran.
Sonrió dulcemente y se sonrojó.
-Dependienta: Esta bien.
Ese chico me parecía muy amable y ademas muy tierno, su amigo debe de ser muy especial ya que se sonroja cada vez que habla de él, seguro que son muy buenos amigos.
La dependienta cogió los dos dulces y los metió en una bolsita de papel.
-Dependienta: ¿Algo mas?
-Takuma: Am no, así esta bien.
Takuma pagó, se despidió de mi y salió de la tienda.
Narra Asumi:
Había pasado ya un año desde que tuve aquel hermoso sueño, ya me había convencido del todo que aquello había sido todo un sueño, así que seguí con mi vida.
Me encontraba en casa, para ser exacta estaba en mi habitación, andaba dibujando un precioso paisaje.
Tras unos minutos la voz de mi madre me sacó de mi concentración.
-Mamá voz: ¡Hija, baja un momento!
-Asumi: ¡Ya bajo!
Recogí la libreta y los lapices y lo guardé todo en el cajón de la mesa, salí de la habitación y me dirigí hacia el salón, allí vi a mi madre.
-Asumi: Dime mamá ¿que querías?
-Mamá: ¿Puedes ir al mercado y comprar un rollo de tela blanca y unas patatas?
-Asumi: Claro que si mamá.
-Mamá: Ten.
Mi madre me dio una bolsita, yo la agarré y me la guardé en el pequeño bolsito de tela que llevaba.
-Mamá: Llevas seis monedas de plata, creo que te sobraran, si te sobran puedes comprarte un dulce o lo que desees.
-Asumi: Muchas gracias mamá, bueno parto ya.
-Mamá: Esta bien hija, hasta luego.
Mi madre me dio un beso en la mejilla, yo le di otro a ella, agarré una bolsa de tela y me dirigí hacia la puerta.
-Asumi: Hasta luego.
Salí de casa y comencé a caminar hacia el mercado, tras un rato caminado por el bosque al fin llegué al pueblo, caminé entre las calles hasta llegar a la plaza, allí se encontraba el mercado.
Caminé entre la gente hasta llegar a un puesto de telas, me acerqué y observé las telas, una chica detrás del mostrador me miró.
-Chica: ¿En que puedo ayudarte?
-Asumi: Oh am ¿me puedes dar un rollo de tela blanca?
-Chica: Claro que si.
La chica se giró, agarró un rollo de tela blanca que había justo detrás de ella y lo puso sobre el mostrador.
-Chica: ¿Este te va bien?.
-Asumi: Claro que si, ¿cuanto cuesta?
-Chica: Son dos monedas de plata.
-Asumi: Oh si.
Saqué dos monedas de la bolsita que me había dado mi madre y las dejé sobre el mostrador, agarré el rollo de tela y me despedí de la chica.
Caminé hacia un puesto de verduras, agarré unas cuantas patatas y las fui metiendo en la bolsa de tela que llevaba, al acabar me dirigí al señor que estaba detrás del puesto.
-Asumi: Señor cobre-se estas patatas.
El señor agarró la bolsa.
-Señor: Bien.
Pagué las patatas, agarré la bolsa y me alejé de allí, iba hacia una establecimiento en donde hacían unos ricos dulces pero entonces mi corazón comenzó a latir muy rápido, no se que me pasaba ¿sera que me esta ocurriendo algo malo? Uh...muy asustada me detuve.
-Asumi susurrando: ¿Que me pasa?
Al mirar al frente vi a un chico de espaldas que caminaba alejándose, mi corazón latía mucho mas rápido.
-Asumi susurrando: ¿Asagi?
Suspiré y comencé a correr hacia aquel chico, al llegar donde este estaba le di unos golpecitos en el hombro.
-Asumi: Asagi ¿eres tu? Cuanto tiem....
El chico se giró y vi que no era Asagi.
-Chico: ¿Disculpe?
-Asumi: Oh disculpe, me he confundido, lo siento mucho.
-Chico: No se preocupe señorita.
El chico me sonrió y continuó su camino, yo me quedé parada allí, por un momento pensé que ese chico era Asagi...uh pero Asagi no existe, solo fue producto de mi imaginación.
Me di unos golpecitos en la cabeza, ¿como podía haber confundido a ese chico con Asagi? Uh estoy muy mal, debo de olvidar aquel sueño, ya hace mas de un año, ah...debería de olvidarlo ya, pero fue tan real y tan bonito que no puedo olvidarlo.
Suspiré y comencé a caminar hacia el establecimiento de dulces, al llegar entré y justo en el mostrador estaba el mismo chico de antes. Me acerqué al mostrador.
-Asumi: Hola...em discúlpeme por lo de antes.
El chico se giró y me miró.
-Chico: No tiene importancia.
Sonrió.
-Asumi: Gracias.
-Chico: No hay de que.
Miré a aquel chico y vi que su pelo era lila oscuro y sus ojos azules.
-Chico: ¿Como te llamas?
-Asumi: Oh perdona mis modales jeje mi nombre es Asumi ¿tu como te llamas?
-Chico: Takuma, un placer Asumi.
-Asumi: Igualmente Takuma.
-Takuma: ¿Eres de por aquí?
-Asumi: Vivo pasando el bosque, en una casita con mi madre ¿tu eres de por aquí?
-Takuma: Mm no...acabo de llegar hace unos días. Pero me quedaré a vivir en este pueblo jeje.
-Asumi: Oh que bien, este pueblo es muy tranquilo ¿Y vienes solo?
-Takuma: Ah no...vengo con...un amigo.
-Asumi: ¿A si?
-Takuma: Si...
Vi como se sonrojaba un poco, así que cambié de tema ya que se estaba incomodando y no quería hacerlo sentir mas incomodo.
-Asumi: Ya verás como aquí estarás bien, la gente es muy amable.
-Takuma: Si eso lo he notado.
-Asumi: Un placer conocerte.
-Takuma: Igualmente.
La dependienta nos interrumpió.
-Dependienta: ¿Que van a pedir?
-Asumi: Atienda-lo a él primero.
-Takuma: Oh gracias.
-Asumi: No hay de que, jeje tu habías llegado antes, ademas yo aun tengo que decidir que comprar.
-Takuma: Bien.
El chico señaló un dulce de chocolate.
-Takuma: Deme dos de estos, se que a él le encantaran.
Sonrió dulcemente y se sonrojó.
-Dependienta: Esta bien.
Ese chico me parecía muy amable y ademas muy tierno, su amigo debe de ser muy especial ya que se sonroja cada vez que habla de él, seguro que son muy buenos amigos.
La dependienta cogió los dos dulces y los metió en una bolsita de papel.
-Dependienta: ¿Algo mas?
-Takuma: Am no, así esta bien.
Takuma pagó, se despidió de mi y salió de la tienda.
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