►CAPITULO 02◄
Me encontraba en casa desayunando cuando de pronto comenzó a sonar mi móvil, miré la pantalla de este y vi que era un numero desconocido.
-Tss no te pienso responder.
Dejé que el móvil sonara, tras unos minutos quien fuera que estuviera llamando cortó la llamada.
Me levanté de la mesa, recogí y limpié los trastos del desayuno, al acabar me dirigí a mi habitación a cambiarme de ropa ya que seguía en pijama.
-Me pondré esto mismo.
Saqué del armario una camisa blanca y unos pantalones negros, me dirigí al baño, me di una ducha rápida, al acabar me sequé y por ultimo me vestí.
Me acerqué al espejo y me peiné un poco.
-Creo que iré al bosque a dar un paseo. – Dije susurrando.
Salí del baño, y me dirigí a mi habitación de nuevo, la verdad es que hacia muy buen día y me apetecía ir a dar un paseo por el bosque, ademas a estas horas no creo que haya mucha gente por allí, esta es la mejor hora para ir a dar un paseo.
Agarré las llaves de casa y salí, al salir justo en frente pude ver una furgoneta negra con los cristales tintados.
-¿Uh...?
Aquella furgoneta llamo mucho mi atención ¿estaría espiando a alguien? No se pero esa furgoneta no me da buena espina, comencé a caminar en dirección al bosque, tras unos minutos pasé por delante de una tienda de golosinas y pasteles.
-Mm...
Me quedé mirando el escaparate de la tienda y vi un rico pastel, así que no pude evitarlo y entré a la tienda a comprar un trozo de ese rico pastel.
-Hola buenos días.
-Buenos días. – Me respondió la chica sonriendo.
Yo le devolví la sonrisa y me acerqué al mostrador.
-¿Que se le ofrece? – Me preguntó la chica.
-Mm pues un trozo de ese rico pastel del escaparate. – Dije señalando el pastel.
-Oh claro enseguida. – La chica fue a cortar un trozo de pastel del que yo le dije. -¿Lo quiere muy grande? – Preguntó.
-Am pues...un trozo normal. – Respondí.
-¿Así? – Me preguntó la chica mientras marcaba un trozo del pastel.
-Am un poco mas grande. – Indiqué mirando hacía el pastel.
-¿Así? – Preguntó la chica señalando un trozo mas grande.
-Si así. – Asentí.
La chica cortó el trozo lo sirvió en un plato de plástico y lo dejó sobre el mostrador.
-Aquí tiene. – Dejó una cuchara de plástico al lado del plato.
-Gracias.
Pagué, agarré el trozo de pastel y me dirigí hacia la salida.
-Adiós. – Me despedí.
-Adiós. – Dijo la chica.
Salí de la tienda y seguí caminando en dirección al bosque mientras me comía el trozo de pastel.
-Uh...esta muy rico.
Tras avanzar unos metros llegué al parque, crucé la calle y me senté en uno de los bancos libres, ahí continué comiéndome el trozo de pastel, al acabar tiré el plato y la cuchara a una papelera, me limpié la boca y me dirigí hacia el bosque.
Al llegar me fui adentrando poco a poco en el bosque.
-Que tranquilidad.
Entonces oí un chasquido detrás de mi, me giré rápidamente pero allí no había nadie.
-¿Hola?
Seguí caminando pero me volví a girar al oír pisadas detrás mía.
-¿Hola?
Seguía sin haber nadie, pero algo me decía que me fuera de allí, así que comencé a correr hacia la ciudad, tras unos minutos me giré y vi a un tipo con un sombrero, unas gafas de sol y una mascarilla que ocultaba su rostro.
-Hola Kuga. – Dijo aquel extraño tipo riendo.
-¿Quien eres? ¿Y como sabes mi nombre? – Pregunté estando alerta.
-Lo se todo de ti… – Respondió aquel tipo entre risas.
-¿Uh? – Lo miré de nuevo.
-Todo....todo… – Repitió aquel tipo varias veces.
Me quedé quieto, aquel tipo se estaba riendo, yo rápidamente me agaché agarré una piedra y se la lancé golpeando su pecho, tras aquello comencé a correr alejándome de aquel extraño tipo.
-¡¡No vas a escapar!!! ¿Me oyes? – Gritó aquel tipo entre risas.
Comenzó a reírse a carcajadas, yo sin mirar atrás seguía corriendo, pero tras unos minutos tropecé con una raíz de un árbol y caí al suelo golpeándome en la rodilla.
-¡Mierda! – Susurré.
Traté de levantarme pero sentí que aquel tipo ponía su pie sobre mi espalda y apretaba impidiéndo así que me levantara.
-De...jame. – Dije.
-Callate… – Ordenó aquel tipo.
Disimuladamente agarré una piedra y se la lancé golpeando su pecho, el tipo apartó el pie de mi espalda, momento que aproveché para levantarme rápidamente y salir corriendo como pude ya que la rodilla me dolía a horrores.
-¡Hijo de perra!! No escaparas!!! – Oí como gritaba el tipo.
Seguí corriendo sin hacer caso, hasta salir del bosque, corrí por la calle, tras unos minutos miré a mi alrededor y no vi a aquel tipo por ningún sitio.
-¿Uh? Creo que me he librado de él. – Susurré.
Seguí caminando pero entonces justo delante de mi se cruzó la misma furgoneta negra que estaba aparcada frente a mi casa.
-¿Pensabas que te ibas a librar tan fácil? ya ves que no. – Oí de nuevo la voz del tipo.
Este se bajó de la furgoneta, yo me giré y corrí hacia el lado contrario a la furgoneta.
-No vas a escapar!! – Gritó.
Seguí corriendo sin hacer caso a aquel tipo, tras avanzar unos metros me escondí en un callejón.
-Uh ¿que le pasa a ese tipo? – Dije.
Seguí allí escondido tras un contenedor de basura, comencé a oír unos pasos que se acercaban hacia donde yo estaba.
-Que no sea ese tipo… – Susurré.
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