🎈Capitulo:
115🎈
-Zyean: Bueno pues ya hemos llegado.
Ran observó hacia la mansión y después miró alrededor.
-Ran: Esto... Ran ¿no esta todo demasiado tranquilo?
-Zyean: Ahora que lo dices, tienes razón.
-Ran: ¿Y si el payaso no ha traído aquí a Asagi? ¿Y si lo ha llevado a otro sitio?
-Zyean: Am pues... podría ser.
-Ran: ¿Que hacemos?
-Zyean: Lo único que se me ocurre es entrar.
-Ran: ¿Entrar? ¿Estas loco? Una vez entremos estaremos atrapados como la otra vez que entremos, Zyean el payaso nos dejó bien claro que quien entra en esa mansión no sale.
-Zyean: Nosotros salimos.
-Ran: Fue un golpe de suerte. Zyean no es buena idea entrar ahí, ademas no sabemos con seguridad si tiene ahí dentro a Asagi. Arriesgarnos a entrar sin tener seguro que Asagi se encuentra ahí dentro no es buena idea.
-Zyean: Tienes razón. Pues ¿que hacemos?
-Ran: ¿Que te parece si miramos antes en las alcantarillas? El maldito payaso me encerró ahí, ese asqueroso payaso se oculta en las alcantarillas.
-Zyean: Esta bien, iremos a las alcantarillas.
-Ran: Bien.
-Zyean: Aun recuerdo donde indicaba tu móvil que estabas cuando saliste de las alcantarillas, así que dirijámonos hacia ese lugar.
-Ran: Me parece buena idea, vamos.
Ran agarró la mano de Zyean, este apretó la mano de Ran y juntos comenzaron a caminar alejándose de allí y se dirigieron de nuevo hacia el bosque.
Tras un rato caminando por desiertas calles lograron llegar de nuevo al bosque, por ahí caminaron hacia el lugar donde se encontraba la salida de las alcantarillas por las que había salido Ran hace unas horas.
Tras unos minutos avanzando por un camino bastante lleno de maleza logran llegar a la salida de las alcantarillas.
-Zyean: ¿Es aquí verdad?
Ran observó a su alrededor y después asintió.
-Ran: Si, aquel es el túnel por el que salí.
Ran señaló un gran tubo de cemento.
-Zyean: Bien pues entremos.
-Ran: Si...pero... No tenemos linternas.
-Zyean: Espera...creo que yo llevo una en algún lugar.
Zyean comenzó a rebuscar por los bolsillos de su chaqueta, hasta que tras uno segundos dio con una linterna y su móvil.
-Zyean: Mira tengo una linterna, ten llevala tu y yo usaré la linterna de mi móvil.
-Ran: Esta bien.
Ran agarró la linterna y la encendió.
-Zyean: Vamos.
Zyean agarró la mano de Ran y juntos se acercaron a la entrada del túnel, una vez ahí Zyean encendió la linterna de su móvil y enfocó hacia dentro, Ran también alumbró hacia el interior de aquel lugar.
-Ran: Uh...
-Zyean: Parece tranquilo, venga entremos.
-Ran: Si.
Ran apretó la mano de Zyean y juntos se fueron adentrando en aquel túnel.
🎈No muy lejos de ahí...🎈
Uruha ya había salido de la cabaña y ahora se encontraba caminando por el bosque a paso muy rápido.
-Uruha: Debo darme prisa.
Uruha caminaba cada vez a paso mas rápido mientras alumbraba con la linterna.
-Uruha: Debo llegar al poblado de los Xum lo antes posible, allí estaré a salvo del payaso.
Cabe decir que el poblado de los Xum tenia un hechizo que impedía que el payaso entrara, ademas aquel poblado estaba bien oculto y el payaso no sabia de su existencia.
Tras unos minutos Uruha llegó a un gran árbol, se acercó a este y clavó un colgante echo de hueso que tenia forma de llave pequeña, a la vez que susurraba unas palabras.
Tras unos segundos en aquel árbol se comenzó a abrir una pequeña puerta, Uruha entró por ella y caminó por un estrecho camino con paredes de hierba, tras unos minutos caminando por aquel lugar llegó a un pequeño poblado.
-Uruha: Hi.
Uruha caminó hacia el poblado y allí había unas cuantas personas, estos iban vestidos con pieles de animales.
-Uruha: Hola... ¿Puedo hablar con Shade?
Todas las personas que había allí conocían a Uruha ya que había ido por aquel lugar bastantes veces a escondidas.
-Hombre: Si, enseguida lo aviso, ¿deseas algo de beber o comer?
-Uruha: Pues un poco de agua, gracias.
El hombre se acercó a un chico que había allí y le habló en su idioma, el chico rápidamente se levantó y corrió, el hombre también se alejó de allí.
Cabe decir que Uruha no entendía el idioma de los Xum, pero ellos si entendían a Uruha así que se podían comunicar sin problemas.
Tras unos minutos el chico volvió con una jarra de madera y un vaso también de madera, lo dejó todo frente a Uruha y se fue.
-Uruha: Gracias.
Uruha se agachó sobre la esterilla que había en el suelo y se sirvió un poco de agua en la vaso, se la bebió y se estaba sirviendo otro vaso cuando oyó que alguien la hablaba.
-Voz: Nos vas a dejar sin agua.
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