♯Capitulo:
17♯
Ambos
nos levantemos y caminemos de vuelta al portal, al llegar entremos y
aparecimos en la dimensión del agua, corrimos hacia mi casa pero a
mitad de camino nos encontremos con el "padre" de Ashito,
este de acercó a Ashito y lo agarró por la oreja.
-Akemi: ¿Donde te has metido? No has dormido en casa, dime ¿donde has estado toda la noche y parte del día?
-Ashito: Am...he estado con Kalel...hemos ido a dormir a un sitio. ¡au padre suelta mi oreja que me duele!
-Akemi: Callate y camina.
-Ashito: ¡Au! Pero suelta mi oreja.
-Akemi: Ni hablar.
-Ashito: Uh, adiós Kalel.
-Kalel: Adiós Ashito.
Akemi se llevó a Ashito, seguía agarrándolo de la oreja, yo podía oír como Ashito se quejaba jaja era un poco gracioso.
Me giré y comencé a caminar hacia casa, tras unos minutos llegué, pero me pareció extraño ya que estaba la puerta abierta, avancé despacio hasta la puerta y miré por la rendija que había, en el interior pude ver como unos hombres extraños golpeaban a mi padre, observé mas y pude ver que en una silla estaba mi madre sentada, tenia un ojo morado y a su lado había un hombre que la estaba amenazando con un cuchillo.
Me quedé allí quieto ¿que hago?, uh tengo que ayudarlos ¿pero como? Soy un niño demasiado pequeño y esos hombres son cuatro y bastante grandes, ah tengo que hacer algo no puedo dejar que sigan haciéndoles daño a mis padres, corrí al interior de la casa y al entrar grité con todas mi fuerzas.
-Kalel: ¡Dejad en paz a mis padres! ¡Fuera!
Miré a mi padre y este me miraba con cara de preocupación.
-Yukito: ¡Hijo sal de aquí! ¡huye!
-Kalel: No padre, no permitiré que os hagan daño.
-Hombre1: Oh pero mirad el mocoso.
-Hombre2: Jaja ¿que piensas hacer mocoso? Jaja no puedes hacer nada.
-Akemi: ¿Donde te has metido? No has dormido en casa, dime ¿donde has estado toda la noche y parte del día?
-Ashito: Am...he estado con Kalel...hemos ido a dormir a un sitio. ¡au padre suelta mi oreja que me duele!
-Akemi: Callate y camina.
-Ashito: ¡Au! Pero suelta mi oreja.
-Akemi: Ni hablar.
-Ashito: Uh, adiós Kalel.
-Kalel: Adiós Ashito.
Akemi se llevó a Ashito, seguía agarrándolo de la oreja, yo podía oír como Ashito se quejaba jaja era un poco gracioso.
Me giré y comencé a caminar hacia casa, tras unos minutos llegué, pero me pareció extraño ya que estaba la puerta abierta, avancé despacio hasta la puerta y miré por la rendija que había, en el interior pude ver como unos hombres extraños golpeaban a mi padre, observé mas y pude ver que en una silla estaba mi madre sentada, tenia un ojo morado y a su lado había un hombre que la estaba amenazando con un cuchillo.
Me quedé allí quieto ¿que hago?, uh tengo que ayudarlos ¿pero como? Soy un niño demasiado pequeño y esos hombres son cuatro y bastante grandes, ah tengo que hacer algo no puedo dejar que sigan haciéndoles daño a mis padres, corrí al interior de la casa y al entrar grité con todas mi fuerzas.
-Kalel: ¡Dejad en paz a mis padres! ¡Fuera!
Miré a mi padre y este me miraba con cara de preocupación.
-Yukito: ¡Hijo sal de aquí! ¡huye!
-Kalel: No padre, no permitiré que os hagan daño.
-Hombre1: Oh pero mirad el mocoso.
-Hombre2: Jaja ¿que piensas hacer mocoso? Jaja no puedes hacer nada.
-Hombre1:
Tss grita mocoso pero no me das ningún miedo ¿que nos va a hacer?
¿Pegarnos una patadita? Jajaj
Los dos hombres comenzaron a reírse, yo apreté mis puños y mis dientes y los miré con odio, entonces oí la dulce voz de mi madre.
-Rin: Hijo vete de aquí, no quiero que estos locos te hagan daño, Kalel hijo vete.
-Kalel: No mamá.
-Rin: Kalel hijo no puedes hacer nada, vete.
-Kalel: Que no me iré.
-Yukito: Kalel hijo, ha, caso a tu madre.
-Kalel: ¡Que no! No pienso dejar que estos estúpidos os hagan daño.
-Hombre2: Mocoso haz caso de tus padres y vete, o si no correrás la misma suerte que ellos.
-Kalel: No pienso irme, ¿quienes sois? ¿Y por que queréis hacerles daño a mis padres?
-Hombre1: Am en realidad solo queremos hacerle daño a tu madre, a tu padre no lo mataremos.
-Kalel: ¿Por que queréis matar a mi madre? Ella no ha echo nada malo.
-Hombre1: Jaja me parece a mi que Rin no os ha contado en que andaba metida últimamente.
-Yukito: ¿De que hablas?
-Homvre1: Oh jajaj, vaya vaya, así que tu mujer no te ha hablado de lo que andaba haciendo jaja.
-Yukito: ¿De que habla? Rin dímelo.
Mi padre miró a mi madre, ella apartó su mirada de él y miró hacia el suelo, yo seguía allí parado.
-Yukito: ¿En que andabas metida? ¿Que has echo para que estos hombres te quieran matar?
-Rin: Yo....yo.
-Yukito: ¡Habla de una vez!
-Rin: Yo...maté a un hombre.
-Hombre1: A mi hermano para ser exactos.
-Yukito: ¿Y por que hiciste eso Rin?
-Rin: Por que Mikaru me lo pidió, él...me ofreció mucho dinero y yo pues no pude negarme, Yukito necesitábamos el dinero y pues solo era matar a un asesino.
-Yukito: Rin ¿como pudiste? Por mucho que necesitáramos el dinero no tenias derecho a matar a nadie, por muy asesino que fuera.
-Rin: Yukito yo no quería que nuestro hijo pasara hambre y con tu sueldo apenas nos alcanzaba para comer, así que acepté y acabé con ese hombre, pero cuando iba hacia el palacio de Mikaru con la cabeza del muerto, pues estos hombres me pillaron y me raptaron.
-Hombre1: Jaja tuvimos suerte de dar con esta zorrita.
-Hombre2: Si jaja y aprovechemos para pedir dinero a cambio de esta zorra pero no pensábamos dejarla libre.
-Yukito: Ya sabia que por mucho que pagáramos no la dejaríais ir, por eso ni me molesté en pedir las monedas.
-Hombre1: Muy astuto.
-Yukito: Dejad que mi hijo se vaya.
-Hombre1: Tranquilo, si tu y tu hijo no vais a morir hoy, yo solo quiero acabar con esta zorra para vengar a mi hermano.
-Kalel: ¡No! No le haras daño a mi madre.
Corrí y me puse delante de mi madre.
-Yukito: ¡Kalel! Aparta de ahí, lo único que vas a conseguir es que te hagan daño.
-Hombre1: Oh pero que niño mas valiente jaja, venga mocoso apartate, no me obligues a matarte a ti también.
-Kalel: ¡Padre ayudame!
-Yukito: No hijo, no pienso ayudar a una asesina.
-Kalel: ¡Padre! ¿Pero que dice? Debemos de ayudarla.
-Yukito: No hijo, no merece la pena, tu madre es una mala persona y se merece lo que tiene, yo no pienso arriesgar mi vida por ella.
-Kalel: ¡Pero padre!
Miré a mi padre y este salió de la casa, yo me quedé delante de mi madre, pero entonces sentí que alguien me agarraba por el pelo y me lanzaba lejos de allí, caí al suelo, rápidamente me levanté y corrí hacia donde estaba mi madre, pero noté como de nuevo me agarraban del pelo y me tiraban hacia atrás.
-Kalel: ¡Madre!
-Rin: Hijo vete, no quiero que veas como me matan.
-Kalel: ¡No! No pienso irme, te defenderé.
-Hombre1: Que conmovedor.
-Hombre2: Yo me encargo del mocoso, tu acaba con la zorra de una vez.
-Hombre1: Esta bien.
Uno de los hombres se acercó a mi y me agarró por el pelo, me inmovilizó agarrándome en brazos y agarrando mis manos.
-Hombre1: Bien zorra, llego tu hora.
Vi como el otro hombre se acercaba a mi madre agarraba un gran cuchillo y lo acercaba al cuello de mi madre.
-Kalel: ¡No mamá!
-Rin: Te quiero Kalel.
-Kalel: ¡Nooooo!
-Rin: Kalel yo no...
En ese instante vi como aquel hombre apretaba el cuchillo contra el cuello de mi madre, de su cuello comenzó a brotar sangre, el hombre comenzó a reírse y de un rápido golpe le acabó de cortar la cabeza a mi madre.
-Kalel: ¡Nooooo!
Comencé a llorar y a retorcerme para escaparme del agarre de aquel hombre, pero era inútil, miré hacia donde estaba mi madre y vi su cuerpo aun en la silla y su cabeza en el suelo sobre un gran charco de sangre.
-Kalel: ¡Mamáaaa!
-Hombre1: Suéltalo y vamonos de aquí.
-Hombre2: Si.
Aquel estúpido me soltó, yo corrí hacia el cuerpo sin vida de mi madre y me arrodillé, comencé a llorar mientras agarraba la mano de mi madre.
-Kalel: Mamá....no....no...no es justo.
Oí como aquellos hombres salían de la casa, no se quienes eran pero juro que me vengaré de ellos, eran cuatro pero solo dos se dignaron a hablar los otros dos solo estaban allí de pie observando lo que estaba ocurriendo, cuando ya se fueron mi padre entró en casa y se acercó a mi.
-Yukito: Hijo...hijo.
-Kalel: No te me acerques, no has echo nada por ayudarla, eres un inútil.
Seguí llorando, ahora mismo odiaba a mi padre por que no hizo nada por impedir la muerte de mi madre.
-Yukito: Hijo no podía hacer nada, esos hombres iban a matarla de todas maneras ¿que querías que me mataran a mi también? Kalel si yo hubiera tratado de impedir la muerta de tu madre, ahora estaría muerto junto con ella.
-Kalel: Esto no es justo mi madre no era una asesina.
-Yukito: Ya la oíste hijo, Rin mató por dinero.
-Kalel: No, no puede ser.
-Yukito: Kalel, ya tranquilizate.
-Kalel: ¡No!
Salí corriendo de casa.
-Yukito: ¡Kalel! ¡Kalel vuelve!
Oía la voz de mi padre cada vez mas lejana, seguí corriendo y no paré hasta que tropecé con una raíz, caí al suelo golpeándome la cabeza fuertemente con una piedra y perdí el conocimiento enseguida...
Los dos hombres comenzaron a reírse, yo apreté mis puños y mis dientes y los miré con odio, entonces oí la dulce voz de mi madre.
-Rin: Hijo vete de aquí, no quiero que estos locos te hagan daño, Kalel hijo vete.
-Kalel: No mamá.
-Rin: Kalel hijo no puedes hacer nada, vete.
-Kalel: Que no me iré.
-Yukito: Kalel hijo, ha, caso a tu madre.
-Kalel: ¡Que no! No pienso dejar que estos estúpidos os hagan daño.
-Hombre2: Mocoso haz caso de tus padres y vete, o si no correrás la misma suerte que ellos.
-Kalel: No pienso irme, ¿quienes sois? ¿Y por que queréis hacerles daño a mis padres?
-Hombre1: Am en realidad solo queremos hacerle daño a tu madre, a tu padre no lo mataremos.
-Kalel: ¿Por que queréis matar a mi madre? Ella no ha echo nada malo.
-Hombre1: Jaja me parece a mi que Rin no os ha contado en que andaba metida últimamente.
-Yukito: ¿De que hablas?
-Homvre1: Oh jajaj, vaya vaya, así que tu mujer no te ha hablado de lo que andaba haciendo jaja.
-Yukito: ¿De que habla? Rin dímelo.
Mi padre miró a mi madre, ella apartó su mirada de él y miró hacia el suelo, yo seguía allí parado.
-Yukito: ¿En que andabas metida? ¿Que has echo para que estos hombres te quieran matar?
-Rin: Yo....yo.
-Yukito: ¡Habla de una vez!
-Rin: Yo...maté a un hombre.
-Hombre1: A mi hermano para ser exactos.
-Yukito: ¿Y por que hiciste eso Rin?
-Rin: Por que Mikaru me lo pidió, él...me ofreció mucho dinero y yo pues no pude negarme, Yukito necesitábamos el dinero y pues solo era matar a un asesino.
-Yukito: Rin ¿como pudiste? Por mucho que necesitáramos el dinero no tenias derecho a matar a nadie, por muy asesino que fuera.
-Rin: Yukito yo no quería que nuestro hijo pasara hambre y con tu sueldo apenas nos alcanzaba para comer, así que acepté y acabé con ese hombre, pero cuando iba hacia el palacio de Mikaru con la cabeza del muerto, pues estos hombres me pillaron y me raptaron.
-Hombre1: Jaja tuvimos suerte de dar con esta zorrita.
-Hombre2: Si jaja y aprovechemos para pedir dinero a cambio de esta zorra pero no pensábamos dejarla libre.
-Yukito: Ya sabia que por mucho que pagáramos no la dejaríais ir, por eso ni me molesté en pedir las monedas.
-Hombre1: Muy astuto.
-Yukito: Dejad que mi hijo se vaya.
-Hombre1: Tranquilo, si tu y tu hijo no vais a morir hoy, yo solo quiero acabar con esta zorra para vengar a mi hermano.
-Kalel: ¡No! No le haras daño a mi madre.
Corrí y me puse delante de mi madre.
-Yukito: ¡Kalel! Aparta de ahí, lo único que vas a conseguir es que te hagan daño.
-Hombre1: Oh pero que niño mas valiente jaja, venga mocoso apartate, no me obligues a matarte a ti también.
-Kalel: ¡Padre ayudame!
-Yukito: No hijo, no pienso ayudar a una asesina.
-Kalel: ¡Padre! ¿Pero que dice? Debemos de ayudarla.
-Yukito: No hijo, no merece la pena, tu madre es una mala persona y se merece lo que tiene, yo no pienso arriesgar mi vida por ella.
-Kalel: ¡Pero padre!
Miré a mi padre y este salió de la casa, yo me quedé delante de mi madre, pero entonces sentí que alguien me agarraba por el pelo y me lanzaba lejos de allí, caí al suelo, rápidamente me levanté y corrí hacia donde estaba mi madre, pero noté como de nuevo me agarraban del pelo y me tiraban hacia atrás.
-Kalel: ¡Madre!
-Rin: Hijo vete, no quiero que veas como me matan.
-Kalel: ¡No! No pienso irme, te defenderé.
-Hombre1: Que conmovedor.
-Hombre2: Yo me encargo del mocoso, tu acaba con la zorra de una vez.
-Hombre1: Esta bien.
Uno de los hombres se acercó a mi y me agarró por el pelo, me inmovilizó agarrándome en brazos y agarrando mis manos.
-Hombre1: Bien zorra, llego tu hora.
Vi como el otro hombre se acercaba a mi madre agarraba un gran cuchillo y lo acercaba al cuello de mi madre.
-Kalel: ¡No mamá!
-Rin: Te quiero Kalel.
-Kalel: ¡Nooooo!
-Rin: Kalel yo no...
En ese instante vi como aquel hombre apretaba el cuchillo contra el cuello de mi madre, de su cuello comenzó a brotar sangre, el hombre comenzó a reírse y de un rápido golpe le acabó de cortar la cabeza a mi madre.
-Kalel: ¡Nooooo!
Comencé a llorar y a retorcerme para escaparme del agarre de aquel hombre, pero era inútil, miré hacia donde estaba mi madre y vi su cuerpo aun en la silla y su cabeza en el suelo sobre un gran charco de sangre.
-Kalel: ¡Mamáaaa!
-Hombre1: Suéltalo y vamonos de aquí.
-Hombre2: Si.
Aquel estúpido me soltó, yo corrí hacia el cuerpo sin vida de mi madre y me arrodillé, comencé a llorar mientras agarraba la mano de mi madre.
-Kalel: Mamá....no....no...no es justo.
Oí como aquellos hombres salían de la casa, no se quienes eran pero juro que me vengaré de ellos, eran cuatro pero solo dos se dignaron a hablar los otros dos solo estaban allí de pie observando lo que estaba ocurriendo, cuando ya se fueron mi padre entró en casa y se acercó a mi.
-Yukito: Hijo...hijo.
-Kalel: No te me acerques, no has echo nada por ayudarla, eres un inútil.
Seguí llorando, ahora mismo odiaba a mi padre por que no hizo nada por impedir la muerte de mi madre.
-Yukito: Hijo no podía hacer nada, esos hombres iban a matarla de todas maneras ¿que querías que me mataran a mi también? Kalel si yo hubiera tratado de impedir la muerta de tu madre, ahora estaría muerto junto con ella.
-Kalel: Esto no es justo mi madre no era una asesina.
-Yukito: Ya la oíste hijo, Rin mató por dinero.
-Kalel: No, no puede ser.
-Yukito: Kalel, ya tranquilizate.
-Kalel: ¡No!
Salí corriendo de casa.
-Yukito: ¡Kalel! ¡Kalel vuelve!
Oía la voz de mi padre cada vez mas lejana, seguí corriendo y no paré hasta que tropecé con una raíz, caí al suelo golpeándome la cabeza fuertemente con una piedra y perdí el conocimiento enseguida...
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