DEVASTACIÓN (FanFic - Yaoi) -- CAPITULO 04

☣Capitulo: 04☣

Pasados unos minutos llegué a la puerta del supermercado, miré hacia dentro y lo vi todo muy tranquilo y silencioso, así que me decidí a entrar, encendí la linterna, empujé la puerta y entré. A primera vista pude ver que las estanterías estaban tumbadas y las cosas esparcidas por el suelo, caminé por el pasillo, vi paquetes de papel higiénico (Pero eso ahora mismo no era lo que mas necesitaba), seguí caminando y llegué al pasillo de las frutas y verduras, estaban todas tiradas por el suelo y podridas (Normal llevaban meses ahí tiradas), seguí caminando y vi latas de conserva tiradas por el suelo (La verdad es que si no están caducadas, me servirán para comer unos cuantos días). Me agaché y cogí una de las latas del suelo, era de atún, miré la fecha de caducidad y vi que aun le quedaba un año para caducar, así que recogí todas las que pude y las metí en mi mochila (Debo decir que mi mochila era bastante amplia). Seguí caminando y por fin llegué al pasillo de las bebidas, vi varios tetrabriks de leche tirados por el suelo y algunos estaban reventados. Seguí avanzando y por fin vi botellas de agua tiradas por el suelo, me agaché y cogí un par de botellas de dos litros (Obviamente me las metí en la mochila y la verdad es que me estaba comenzando a pesar mucho).

Caminé unos cuantos metros y allí vi un montón de garrafas de cinco litros de agua, agarré dos (Por que obviamente yo solo tenia dos manos y esas garrafas pesaban mucho). Una vez tuve las dos garrafas pues salí de allí, (Supongo que volveré cuando sea de día a por mas agua y comida y ahora que lo pienso sera mejor que busque algo para transportarlo todo). Salí del supermercado con las dos garrafas en las manos y caminé hacia el bosque. Al llegar me adentré por un camino y llegué a una granja, me acerqué y toqué a la puerta pero nadie respondió .

(Bien, por fin algo de suerte) Entré dentro de la casa y escondí las dos garrafas dentro de un armario, en la cocina, salí de la granja atrancando la puerta con una madera (Así si entraba alguien yo lo sabría), me dirigí al cobertizo y allí para mi gran suerte encontré una carretilla de mano, (Bueno de momento la dejaré aquí y mañana iré a coger mas agua y comida, pero ahora me voy a echar un rato). Salí del cobertizo y cerré la puerta (En verdad da igual si la dejo abierta, por que si un mutante quiere entrar tirará la puerta y entrará de todas formas). Caminé hacia la casa, desatranqué la puerta y entré, volví a atrancar la puerta pero esta vez por dentro, subí las escaleras y al llegar a la planta de arriba oí un ruido, en una de las habitaciones (Perfecto, nada que parece que no voy a poder echar una cabezadita).

Caminé a paso lento y sin hacer ruido, me acerqué a la puerta de la habitación de donde provenía el ruido, la puerta estaba abierta, así que me asomé lentamente y vi una niña debajo de la cama, me acerqué a ella y me agaché.
-Ryoga: Hola, ¿Que haces ahí abajo?.
-Niña: Mis papis me dijeron que me escondiera.
-Ryoga: ¿Donde están tus papis?.
-Niña: Fueron al cobertizo a por leña y aun no han vuelto.
Obviamente sus padres ya no iban a volver, algo les pasó, seguramente les atacó uno de esos mutantes.
Le tendí la mano a la niña.
-Ryoga: Vamos sal de ahí, no tengas miedo de mi.
-Niña: Esta bien, señor. Saldré.
La niña salió de debajo de la cama y se agarró de mi mano, se la veía bastante asustada.
-Ryoga: Yo me llamo Ryoga ¿Tu como te llamas?.
-Niña: Yo me llamo, Ciara Paperpink.
-Ryoga: Encantado, señorita Paperpink.
-Ciara: ¿Y cual es tu apellido?.
-Ryoga: Es algo difícil de pronunciar jaja, mejor llamame Ryoga ¿si?.
-Ciara: Encantada, señor Ryoga.
Ciara me estrechó la mano, yo hice lo mismo y ella sonrió.
-Ryoga: ¿Me puedo quedar aquí?
-Ciara: Claro que si, así no estaré sola, la verdad es que tenia mucho miedo.
-Ryoga: Tranquila que yo cuidare de ti, por cierto ¿Cuantos años tienes?.
-Ciara: 6.
-Ryoga: Oh.
La verdad es que cuidaría de ella, no puedo irme y dejar a esta niña tan pequeña aquí sola a su suerte, no puedo hacer eso, no soy capaz de irme y dejarla aquí sola.
-Ryoga: Bueno pues me quedaré aquí contigo y cuidaré de ti ¿Vale?.
-Ciara: Vale.
Ciara era pequeñita, con el pelo negro que le llegaba por los hombros, los ojos marrones y la piel muy blanca, era una niña muy bonita y muy adorable,llevaba un vestidito rosa y unos botitas negras. Ella se fue corriendo y volvió a los pocos segundos con un par de botas en la mano.
-Ciara: Toma, estas botas son de mi papá, pero a él no le importará compartirlas contigo. Es que veo que te falta un zapato.
-Ryoga: Si lo perdí.
-Ciara: Y el zapato que te queda se ve roto, va tiralo y ponte estas botas.
Sonreí y le hice caso a la niña, cogí las botas y me las puse.
-Ciara: Se ve que usas el mismo numero de pie que mi padre, te quedan muy bien.
-Ryoga: Gracias, la verdad es que son muy cómodas.
-Ciara: Si, mi papá siempre dice que ese tipo de botas son las mejores.
-Ryoga: Pues tiene toda la razón, oye ¿Cuanto hace que no comes?.
-Ciara: Desde esta mañana, mi papá cocinó la ultima lata de comida que nos quedaba.
-Ryoga: Debes de tener hambre, yo me he encontrado latas de atún, espero que te guste el atún.
-Ciara: Si, me gusta mucho.
-Ryoga: Vale, ¿Pues que te parece si nos sentamos y comemos un poco?.
-Ciara: ¡Siiii!.
Ambos bajemos a la cocina, Ciara se sentó a la mesa y yo saqué dos tenedores y me senté a su lado, le di uno a Ciara.
Saqué dos latas de atún de mi mochila (De las que había cogido antes en el supermercado), abrí una de las latas y se la di a Ciara, abrí la otra y comencé a comer.
-Ryoga: Esta muy rico ¿Verdad?.
-Ciara: Sii, pero es una pena que no haya pan, a mi me gusta comerme el atún con pan. Mi mamá me preparaba bocadillos de atún y estaban muy ricos.
-Ryoga: Si, a mi también me gustaría tener pan, pero esto es lo único que tenemos para comer.
-Ciara: Bueno, no pasa nada.
Ella siguió comiendo y yo también, al acabar tiremos las latas a la basura y los tenedores los dejé en el lavadero (Ya que no había agua para poder limpiarlos). Cogí una de las garrafas la abrí y serví dos vasos de agua, le di uno a Ciara y yo di un sorbo del otro.
Ella bebió, dejó el vaso sobre la mesa y se fue corriendo.
-Ryoga: ¡Ey Ciara! ¿Donde vas?.
Corrí tras ella y vi que entró en su habitación y agarró un osito de peluche, se acercó a mi.

-Ciara: Este es el señor Robinson. Pero a partir de hoy sera el señor Ryoga.-Me sonrió.
-Ryoga: O vaya es un honor que le pongas mi nombre a tu osito.
-Ciara: ¡Siii! ¿Nos cuentas un cuento?.
-Ryoga: Esta bien.
Ambos entremos a su habitación, yo me senté en una silla al lado de la cama y Ciara se tumbó en su cama, yo la tapé a ella y a su osito y me volví a sentar en la silla.
-Ryoga: ¿Donde tienes los cuentos?.
-Ciara: Casi todos se perdieron cuando entró mucha agua en casa, pero este se salvó.
Ella sacó de debajo de su almohada un libro y me lo dio, lo agarré.
-Ryoga: O vaya, los tres cerditos.
-Ciara: Sii, leémelo, por favor.
-Ryoga: Esta bien. Erase una vez...
Comencé a leer el cuento y a los pocos minutos vi que Ciara se había quedado dormida, así que dejé el libro sobre la mesita y me levanté de la silla, salí de la habitación y bajé al salón, me tumbé en el sofá y cerré los ojos.

Para ver el listado de capítulos   pulsa sobre la imagen 👇👇