●●●●PARTE
1●●●●
●●●Narrador
Externo●●●
Era una mañana de invierno
Naomi estaba en la puerta del instituto hablando con un chico, este
chico era el que siempre la molestaba y le hacia la vida imposible en
el instituto.
-Naomi: Ey ya dejame en paz.
-Fred: No, ya sabes que nunca te
dejaré en paz, me gusta molestarte jaja.
-Naomi: Eres un hijo de puta.
-Fred: Ey ey, esa boquita que se
supone que eres una señorita.
Fred resaltó señorita
poniéndole
comillas con los dedos, Naomi lo miró con odio y pasó de él,
caminó hacia dentro de clase, pero el chico le puso el pie haciendo
que esta cayera al suelo.
-Fred: Oh pero que torpe que
eres Naomi.
-Naomi: Y una mierda torpe ¡Me
has puesto el pie!
-Fred: ¿Yo? Venga Naomi no
inventes.
-Naomi: ¡Tu me has puesto el
puto pie! Joder que te he visto.
-Fred: Nada de eso.
-Naomi: Joder que me dejes en
paz de una vez, vete a molestar a otra.
Fred se quedó pensativo.
-Fred: Oh pues mira creo que hay
una manera para que te deje en paz. Pero tendrás que hacer algo.
-Naomi: ¿Que cosa?
La chica se levantó del suelo y
se puso en frente de Fred, este la miraba con una sonrisa en la cara.
-Fred: Si quieres que te deje de
molestar tendrás que pasar toda la noche en la mansión abandonada,
esa que todos le temen.
-Naomi: ¿Estas loco? En esa
casa dicen que hay fantasmas o yo que se que cosas.
-Fred: ¿Tienes miedo?
-Naomi: No...no es eso, pero oí
que un chico entró hace unas semanas y jamás salió.
-Fred: Bueno pues si eres capaz
de pasar toda la noche en esa mansión yo te dejaré en paz, si no
logras salir pues mala suerte chica, nadie lamentará tu
desaparición.
Cabe decir que Naomi vivía
con su abuela, ya que era huérfana,
sus padres murieron en un accidente de coche y pues Naomi se tuvo que
mudar a vivir con su abuela ya que la chica era menor de edad, tenia
17 años, la abuela no era muy buena que digamos, le importaba bien
poco su nieta, así que si Naomi desaparecía
en esa casa pues lamentablemente Fred tenia razón y nadie la iba a
echar de menos.
La chica se quedó pensando en
que hacer, la verdad es que tenia la posibilidad de estar tranquila
sin Fred molestándola,
así que sin dudarlo ni un segundo aceptó la apuesta.
-Naomi: Esta bien Fred, acepto
la apuesta. Si yo paso toda la noche en esa mansión tu no me
molestarás nunca mas.
-Fred: Okay.
-Naomi: Esta bien lo haré, pero
quiero la apuesta por escrito y firmada por ti. Ya que quiero que lo
cumplas.
-Fred: Okay, ahora en clase
escribiré la apuesta y la firmaré, te daré el papel a ti para que
tengas por escrito la apuesta y que me comprometo a dejarte en paz si
logras pasar toda la noche en la casa.
-Naomi: Okay.
-Fred: Si no logras pasar la
noche y sales antes, te molestaré incluso mas que ahora.
-Naomi: Vale, pero no saldré,
creeme que lograré ganar la apuesta.
Ambos entraron a clase, las
clases transcurrieron normales, hasta la hora de la salida. Al sonar
el timbre Naomi se disponía a salir de clase, cuando Fred la agarró
del brazo y la empujó hacia dentro de clase.
-Naomi: Au, mas cuidado.
-Fred: Toma, aquí tienes el
dichoso papel firmado.
Naomi agarró el trozo de papel
y lo leyó, vio que estaba todo correcto así que miró a Fred y
asintió con la cabeza.
-Fred: ¿Todo bien? ¿estas de
acuerdo con el contrato?
-Naomi: Si.
-Fred: Okay pues quedamos esta
tarde a las siete justo delante de la mansión.
-Naomi: Ahí estaré.
-Fred: Como te rajes, tu vida
será un verdadero infierno.
-Naomi: Tranquilo que yo nunca
me rajo.
La chica salió de clase, se
guardó el papel en el bolsillo del pantalón y comenzó a caminar
hacia casa. Al llegar entró y dejó la mochila en el sofá.
-Naomi: ¡Ya he llegado abuela!
Su abuela como siempre no mostró
ninguna alegría por ver a su nieta, simplemente la miró.
-Rita: Muy bien, oye la comida
está recién calentada, yo me voy a dormir un poco.
-Naomi: Vale abuela…
La abuela pasó por al lado de
la chica sin mirarla y subió a su habitación, la chica suspiró y
se dirigió hacia la cocina, ya que estaba muerta de hambre.
La chica se sirvió un plato de
arroz con pollo y se sentó a comer, al acabar lavó los trastos y se
fue a su habitación, al llegar cerró la puerta con seguro y dejó
la mochila sobre la cama.
Se tiró en la cama y suspiró,
se quedó mirando hacia el techo pensando si lo que había
echo era lo correcto.
●●●Narra
Naomi●●●
Bueno sea o no buena idea ya
esta echo, ya me he comprometido y no voy a rajarme ahora, se que
aguantaré toda la noche en esa mansión, yo no soy una chica
miedosa.
Me levanté de la cama y me senté en el escritorio, comencé a hacer los deberes para así pasar el tiempo hasta la hora acordada.
Pasaron las horas y ya eran las seis y media de la tarde, así que me levanté del escritorio agarré una chaqueta, me la puse, me guardé el móvil en el bolsillo y agarré una linterna.
Salí de la habitación y en el salón estaba mi abuela que ni me miró.
-Rita: ¿Donde vas?.
-Naomi: Voy a salir abuela, por cierto me voy a quedar a dormir en casa de una amiga.
-Rita: Esta bien, haz lo que te de la gana.
A mi abuela le importaba bien poco lo que yo hiciera, la verdad es que tengo muchas ganas de cumplir los 18 para poder irme de aquí, total mi abuela no me soporta.
-Naomi: Adiós abuela.
Mi abuela no dijo nada, ella siguió viendo la tele como si nada, tss en momentos como estos me dan ganas de desaparecer para siempre, salí de casa dando un portazo y comencé a caminar por la calle hacia la mansión, tras unos diez minutos llegué a la mansión, allí enfrente estaba Fred sentado en el borde de la acera, al verme se levantó y se acercó a mi.
-Fred: Veo que no te has rajado.
-Naomi: Ya te dije que no me rajaría.
En ese instante un coche aparcó en frente de la mansión.
-Fred: Oh ya ha llegado Tim.
Fred caminó hacia el coche y saludó a su amigo.
-Naomi: ¿Y este que hace aquí?.
-Fred: Vamos a vigilar la mansión y asegurarnos de que no sales de ella.
-Naomi: Okay.
Fred miró su reloj y sonrió.
-Fred: Bien chica ya son las siete, así que entra.
-Naomi: Vale.
Avancé hacia la mansión, subí las escalerillas y ya me encontraba en el porche, miré hacia atrás y vi a Fred montándose en el coche, tss lo odio, estúpido cabrón.
Seguí avanzando hacia la puerta, alargué la mano y agarré el pomo, empujé y la puerta se abrió emitiendo un chirrido que me heló la sangre, al pasar dentro avancé unos pasos y oí como la puerta se cerraba sola.
Allí dentro olía a viejo, a cerrado, estaba todo lleno de telas de araña.
Encendí la linterna y enfoqué a mi alrededor, vi unas cucarachas correr por delante de mi, avancé lentamente hacia delante y entonces oí un murmullo, am no se que había sido eso pero lo ignoré, puede haber sido el viento así que no me voy a rallar por eso.
Avancé mas hacia dentro, no oía nada mas que el crujido de la madera al yo pisar.
-Naomi: ¿Hola?.
Tss no se para que hablo si esta claro que aquí no hay nadie.
Caminé lentamente hacia la escalera, era una escalera enorme, así que comencé a subir.
Al llegar a la planta de arriba avancé por el pasillo muy despacio, oía el crujido de la madera.
Avancé unos pasos mas y comencé a oír una suave melodía, era de piano y provenía de la planta de arriba, así que subí a a tercera planta, avancé por el pasillo y a medida que iba avanzando mas cerca se oía aquella melodía de piano.
Llegué a una habitación que era donde se oía la melodía mas fuerte, me asomé muy despacio y allí vi a una especie de payaso sentado frente al piano tocando.
Me levanté de la cama y me senté en el escritorio, comencé a hacer los deberes para así pasar el tiempo hasta la hora acordada.
Pasaron las horas y ya eran las seis y media de la tarde, así que me levanté del escritorio agarré una chaqueta, me la puse, me guardé el móvil en el bolsillo y agarré una linterna.
Salí de la habitación y en el salón estaba mi abuela que ni me miró.
-Rita: ¿Donde vas?.
-Naomi: Voy a salir abuela, por cierto me voy a quedar a dormir en casa de una amiga.
-Rita: Esta bien, haz lo que te de la gana.
A mi abuela le importaba bien poco lo que yo hiciera, la verdad es que tengo muchas ganas de cumplir los 18 para poder irme de aquí, total mi abuela no me soporta.
-Naomi: Adiós abuela.
Mi abuela no dijo nada, ella siguió viendo la tele como si nada, tss en momentos como estos me dan ganas de desaparecer para siempre, salí de casa dando un portazo y comencé a caminar por la calle hacia la mansión, tras unos diez minutos llegué a la mansión, allí enfrente estaba Fred sentado en el borde de la acera, al verme se levantó y se acercó a mi.
-Fred: Veo que no te has rajado.
-Naomi: Ya te dije que no me rajaría.
En ese instante un coche aparcó en frente de la mansión.
-Fred: Oh ya ha llegado Tim.
Fred caminó hacia el coche y saludó a su amigo.
-Naomi: ¿Y este que hace aquí?.
-Fred: Vamos a vigilar la mansión y asegurarnos de que no sales de ella.
-Naomi: Okay.
Fred miró su reloj y sonrió.
-Fred: Bien chica ya son las siete, así que entra.
-Naomi: Vale.
Avancé hacia la mansión, subí las escalerillas y ya me encontraba en el porche, miré hacia atrás y vi a Fred montándose en el coche, tss lo odio, estúpido cabrón.
Seguí avanzando hacia la puerta, alargué la mano y agarré el pomo, empujé y la puerta se abrió emitiendo un chirrido que me heló la sangre, al pasar dentro avancé unos pasos y oí como la puerta se cerraba sola.
Allí dentro olía a viejo, a cerrado, estaba todo lleno de telas de araña.
Encendí la linterna y enfoqué a mi alrededor, vi unas cucarachas correr por delante de mi, avancé lentamente hacia delante y entonces oí un murmullo, am no se que había sido eso pero lo ignoré, puede haber sido el viento así que no me voy a rallar por eso.
Avancé mas hacia dentro, no oía nada mas que el crujido de la madera al yo pisar.
-Naomi: ¿Hola?.
Tss no se para que hablo si esta claro que aquí no hay nadie.
Caminé lentamente hacia la escalera, era una escalera enorme, así que comencé a subir.
Al llegar a la planta de arriba avancé por el pasillo muy despacio, oía el crujido de la madera.
Avancé unos pasos mas y comencé a oír una suave melodía, era de piano y provenía de la planta de arriba, así que subí a a tercera planta, avancé por el pasillo y a medida que iba avanzando mas cerca se oía aquella melodía de piano.
Llegué a una habitación que era donde se oía la melodía mas fuerte, me asomé muy despacio y allí vi a una especie de payaso sentado frente al piano tocando.
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